¿Te has preguntado alguna vez por qué las novias eligen vestir de blanco el día de su boda? Esta tradición tiene sus raíces en un momento clave de la historia: la boda de la reina Victoria con el príncipe Alberto en 1840
La reina Victoria contrajo matrimonio con el príncipe Alberto la mañana lluviosa del 10 de febrero de 1940. Deslumbró al mundo con el vestido blanco. Esa elección se convirtió en un referente de moda y se propagó rápidamente, marcando el inicio de esta tendencia.
La clase social de la nobleza solía establecer las tendencias de moda, así que el vestido de la reina Victoria ayudó a que se estableciera como algo a seguir, además de asociar ese color con la pureza y la elegancia.
Hoy en día, son las celebridades e influencers quienes marcan las pautas en el mundo de la moda. Sigue siendo popular verlas con vestidos blancos, pero cada vez más vemos como las novias añaden sus toques personales y muchas huyen del tradicional vestido blanco.
El uso de este color siempre ha estado asociado con la bondad, pureza e inocencia. Transmitiendo tranquilidad y paz. Además, algunos creen que el color blanco protege de los malos espíritus y asegura un matrimonio duradero.
Como hemos dicho, las nuevas tendencias permiten a las novias arriesgarse y salir del blanco impoluto, pero el vestido de novia blanco sigue siendo un clásico que nunca pasa de moda. Su atemporalidad lo convierte en una elección siempre acertada.
El vestido de novia blanco, con sus raíces en la elección de la reina Victoria, ha evolucionado a lo largo de los años, pero su encanto atemporal sigue en las bodas modernas. Ya sea por tradición, significado simbólico o simplemente por su belleza.
¿El blanco continuará siendo el color preferido de innumerables novias en todo el mundo?