La tradición del ramo de la novia tiene raíces en diversas culturas, cada una con historias y significados muy diferentes.
En la antigua Roma, las novias llevaban ramos de hierbas aromáticas y especias. No lo utilizaban solo como adornos, sino también como amuletos para alejar el mal y atraer la buena suerte y la fertilidad.
En la Grecia antigua, las novias optaban por ramos de hierbas y flores como símbolo de pureza y fertilidad.
Durante la Edad Media, el ramo de la novia adquirió otro propósito. Las novias llevaban ramos de flores el día de su boda para enmascarar los olores corporales, ya que las condiciones de higiene no eran ideales. Se creía que las flores ayudaban a dispersar los olores desagradables y ahuyentar a los malos espíritus.
En la época victoriana, las flores ganaron mucho protagonismo, ya que empezó un lenguaje floral, en el que cada flor tenía un significado específico y las novias creaban ramos para expresar mensajes.
La reina Victoria fue la que puso de moda el vestido blanco. También popularizó el uso de flores de azahar en el ramo. Esta elección simbolizaba la pureza y la fertilidad.
A lo largo del siglo XX, la tradición del ramo de la novia continuó evolucionando. Las novias comenzaron a elegir flores según sus preferencias personales, la estación del año y la temática de la boda.
En las últimas décadas, las tendencias creativas han llevado a la incorporación de elementos no tradicionales en los ramos, como flores secas, broches y otros accesorios personalizados.
Hoy en día, el ramo de la novia sigue siendo un símbolo poderoso de amor, pureza y fertilidad.
La elección de flores y su disposición no solo reflejan la estética de la boda, sino que también cuentan una historia única y personal sobre la novia y su pareja.
Así pues, la decoración floral en una boda va más allá de la estética; es una forma de comunicación silenciosa que agrega capas de emoción y significado a un día tan especial.
Desde el ramo de la novia hasta cada rincón decorado. Las flores cuentan una historia única que perdura en la memoria de los recién casados y sus seres queridos.